viernes, 10 de diciembre de 2010

Historias de no dormir VI: Simba

Hace ya que Mi Santo no me da una mala noche. Alguna pesadilla sobre el trabajo ha habido… pero poca cosa. Nada muy espectacular.

Sin embargo esta noche ha sido movidita.

A las tres de la mañana llaman al telefonillo de casa. Quien ha estado en casa sabe que nuestro telefonillo suena como la alarma de evacuación de una central nuclear.
AuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuA AuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuA

- Mñnñmnmnñnmnmnñnm.
- Nmñnñmnmñnmñnmnñm.
- ¿Quién será?
- Prefiero no saberlo para no tener que matarlo.
- Creo que nos vamos a quedar con la intriga.
- Esto es lo que debe pasar cuando el teletaxi se equivoca de botón…
- Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.

Como a las cuatro de la mañana otro ruido nos despierta. Sonaba a alguien manipulando bolsas de plástico.

Zsgergsrgdrgsggrgsrgsgrgrgsrsdssssgrgsggsss.
- Mñnñmnmnñnmnmnñnm.
- Nmñnñmnmñnmñnmnñm.
- ¿Qué es eso?
- No sé pero parece que esté aquí mismo.
- ¿Vamos a ver qué es?
- Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.

Como Mi Santo y yo somos un par de topos, bien podría haber estado en nuestra habitación y no lo habríamos visto. Podría haber sido un asesino en serie preparando las bolsas dónde meter nuestros cuerpos sin vida. Bueno, si eso ya lo vemos mañana.


Como a las cinco de la mañana soy yo misma la causa de nuestro desvelo.

Antes de seguir tengo que dar algún dato complementario para que la historia se entienda.

La peli de Disney favorita de Mi Santo es El rey león. Yo creo que no tengo de eso (si no cuentan las de Pixar, claro). Bueno Merlín, el encantador. No, El libro de la selva! En fin, lo mismo da.

El caso es que llamamos “hacer un Simba” a cualquier levantamiento de ser animado o inanimado en una pose parecida a la de la escena más famosa de la peli, esta:

Pues todavía no sé cómo ni por qué, esta noche me he despertado a mí misma haciendo un Simba con la lámpara de la mesilla. ¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?

Aquí mi lámpara Basisk. Y yo que nunca le había puesto nombre a los muebles…

Como se puede apreciar, la lámpara dispone de un pie con reborde que se convierte en el receptáculo de los pequeños objetos que deberían haber acabado en la basura hace mucho tiempo: un botón que se cayó de una chaqueta, la pila agotada de un reloj, la etiqueta de unos calcetines, un blíster de paracetamol vacío, dos eslabones que le quité a un reloj porque me estaba grande…

Pues por culpa de Newton y su maldita manzana, todos esos cacharritos me han despertado al golpear sutilmente contra mi cara cuando, completamente dormida y tumbada en la cama, me he puesto a hacer un Simba con la lámpara de la mesilla.

Pum, catapúm.

- Ayyyñnnmnñnmnmnñnm.
- Nmñnñmnmñnmñnmnñm.
- Ayyyñnnmnñnmnmnñnm.
- Pero, ¿qué haces?
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa chukennnaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
- Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.

Creo que voy a pedir la baja por las secuelas de una noche traumática.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno Mariflor ! Sigue escribiendo que estamos a febrero de 2011 y no hay nada nuevo en tu blog !!!
Besitos desde París
Auro