miércoles, 7 de octubre de 2009

La Ratonera

O como crear trampas para humanos y cobrar por su mantenimiento.

Mi Santo tiene un coche y yo tengo otro. Entre los dos tenemos una plaza de garaje. A veces lo mete uno, a veces el otro, pero normalmente el mando de las puertas del garaje está en el coche de Mi Santo. Yo abro con una llave.

El acceso a nuestro garaje tiene dos puertas y se puede entrar cuando las dos se abren. Pero, a veces es complicado que los dos eventos coincidan en el espacio tiempo.

La primera es una puerta doble de bisagra. Puerta que casi siempre está rota porque pesa demasiado y se descuelga. La segunda es corredera.

Ambas se abren a la vez cuando se pulsa el botón del mando (y se quiere enterar) o se introduce la llave en la cerradura colocada al efecto y se gira en el sentido correcto.

Al salir sucede lo mismo pero se invierte el orden de las puertas.

Como es normal, las puertas tienen detectores de presencia que hacen que se abran o mantengan abiertas cuando un objeto se interpone en su campo de acción. Además hasta funcionan. Pero a su bola.

Algún genio de la automatización decidió que las puertas son seres con derecho al libre albedrío y que sus acciones no deben estar condicionadas por las de los demás. Cuando algo pasa por una de las puertas que se está cerrando, eso no implica que, cuando ésta se abra, avise a su vecina para que haga lo mismo.

Conclusión: si intentas colarte aprovechando que la primera puerta todavía no se ha cerrado porque llueve y porque llevas medio trayecto buscando las llaves en el bolso y no hay huevos a encontrarlas y porque no te apetece tener que parar, encontrar al fin las llaves si es que las llevas, bajarte y mojarte para abrir la puta puerta, entonces compruebas que el pensamiento libre de la segunda puerta la ha llevado a ignorarte y cerrarse. Cuando consigues salir de tu estupor te das cuenta de que la primera puerta ya está casi cerrada y, como es de bisagra, de doble hoja y el detector está por fuera, ya no llegas ni de coña a ponerte en medio y hacer que se abra de nuevo.

En efecto, estás encerrado en una absurda esclusa en tu propio garaje. Porque los que tienen mando pueden pulsar el botoncito apuntando a donde mejor les parezca y esperar a que alguna puerta se abra. Pero tú no puedes hacerlo porque las dos cerraduras que te darían la libertad están a los otros lados de las puertas. Que si no fuera porque los coches no son indeformables (y menos mal), embestirías con gusto ambas puertas hasta que se quedaran con el negativo del culo y morro de tu coche respectivamente.

Afortunadamente esto me ha sucedido en hora punta de vuelta a casa y sólo he tenido que sufrir este absurdo momento durante un par de minutos. Pero ya sé lo que no tengo que hacer cuando vuelva a casa a las tres de la mañana.

Y todo esto, ¿por qué pasa?. Pues porque hay quien pone a un chimpancé a programar la secuencia de operaciones de una puta puerta de garaje. Y se queda tan ancho.

4 comentarios:

Chelo dijo...

jajajaja

Son muchos chimpaces los que programan taaaantas cosas.
Otro ejemplo.

Si te compras los DVDs originales de "How I met your mother" (serie que os recomiendo) y por un casual quisieras verlos en versión original con subtitulos en español tendrás que pasar por 3 menús (temporada 1 y 2) y por 8 en la tercera temporada. Aclaro que el DVD es comprado en España y con su carátula y menú principal en español, entonces ¿porque para poner subtítulos en español hay que pasar por listas y listas de idiomas como el checo o el danés?

como tu dices ME ES INVEROSIMIL
grgrgrgr

Inverosímil dijo...

Debe ser por eso que los científicos creen que empiezan a estar en peligro de extinción. Porque son baratos y los secuestran para que organicen cosas que nos vuelvan locos y nos dejen sin criterio.

How I met your mother es muy grande! No esperaba que me fuera a gustar tanto cuando empecé a verla. Los mejores espisodios son en los que no pasa nada en la trama general y sólo cuentan sus peripecias y pajas mentales. La verdad es que ya me importa poco quien pueda ser la dichosa madre...

Chelo dijo...

si??? ya no te importa, pues yo tengo una curiosidad, relamente mejorar a Robin les va a resultar complicado :-)

Inverosímil dijo...

Pues no lo había pensado pero quizá es por eso. Cualquiera que aparezca va a ser una petarda al lado de Robin!

Además Ted enamorado me acaba cayendo un poco gordo.