sábado, 6 de junio de 2009

Carrusel

No me gusta el fútbol. A mi santo sí. Y ver un partido en casa es una experencia audiovisual surrealista. Las imágenes de la tele, claro, pero el audio del Carrusel. Con su desfase. Que Lama te canta el gol cuando en la tele no han pasado del medio campo.

No puedo evitarlo. Los del Carrusel me crispan los nervios. Me parecen una panda de analfabetos. Pero el roce hace el cariño. Y, por mucho que intento aislarme y no escucharlos, siempre cala algo.

Y esto hace que me contemple a mí misma con estupor cuando un día cualquiera, poniendo la mesa, pregunto si falta algo y me contestan:

- "Sí, el agua y un bol para las patatas".

Y voy yo y digo:

- "Boooooooooooooool en las Gaunas".

Me lo debería hacer mirar.

No hay comentarios: