lunes, 1 de junio de 2009

Ponis

Hace bastante tiempo que vi este corto de David Planell y me encantó.



Por si a alguien le da pereza (o tiene capado el Youtube en el curro) decir que un poni es algo que te pasa en la infancia y te traumatiza para toda la vida. El nombre viene de cuando eras pequeño y creías que tus padres te iban a regalar un poni pero nunca lo hacían y así te dabas cuenta de que pasaban de ti como de la mierda. De mayor se te pasa, porque no vas a estar toda la vida "quiero un poni, quiero un poni", pero un día ves un poni y te da la angustia porque te acuerdas de tus padres pasaban de ti y te da la sensación de que en ese momento también lo están haciendo.

El caso es que hace poco encontré el poni de Lorzagirl en su blog, junto con el de un montón de amiguitos suyos. Todo un ejercicio de masoquismo. Y me dije que yo también tenía que contar el mío.

Pues resulta que el verano en el que tenía cinco añitos mis tíos decidieron llevarme al cine. Fuimos a ver "E.T., el extraterrestre". A ellos les pareció adecuado pero me la jugaron bien. Yo no sabía de qué iba pero desde el minuto uno me dio mal rollo. Recuerdo que me hice bola en la butaca y sólo vi al bicho un par de veces mientras me tapaba los ojos con las manitas.

Esa tarde nació mi temor infantil: los extraterrestres. Y todavía no sé por qué. Supongo que porque los pintan muy feos y uno nunca sabe realmente qué es lo que quieren de ti cuando se los encuentra. El caso es que estuve UN MES con pesadillas. Un largo mes en el que ni siquiera se podía nombrar a E.T. en mi casa. Cuando mis padres venían a mi cama porque me despertaba llorando sólo decía:

- "Me acuerdooooooo....".

Por las mañanas era feliz pero según avanzaba la tarde se me iba nublando el humor porque sabía que habría que irse a la cama y ahí estaría el enano apuntándome con ese dedo espeluznante.

Tardé muchos años en atreverme a ver la película. La he visto miles de veces y me encanta. Pero cuando me voy a la cama después de haberla visto, todavía pienso:

- "Y si ahora voy y tengo una pesadilla...".

A mis tíos no les guardo rencor. Así que a lo mejor es que esto no es un poni. Tendré que seguir buscando dónde se entierran los traumas.

3 comentarios:

NoSóloRespirar dijo...

me acueeeerdo tia, me acueeerdoooooooo!!
que miticoo! jeje!

Inverosímil dijo...

Sí, sí... ahora nos reimos pero entonces las pasé canutas...

Y la de años de coñas que habéis tenido a mi costa?

NoSóloRespirar dijo...

jajaja! fijate que eso llego a mis oidos...asi que unos añitos si que nos hemos estado riendo...